Domingo 26 de enero – 3º domingo después de Epifanía, 3º en el año

Vivan en armonía, pensando y sintiendo de la misma manera.

1 Corintios 1,10

En nuestras conversaciones como en nuestros escritos, es recomendable cuidar que las palabras sean comprendidas y expresadas claramente. En esta oportunidad centro la atención en la palabra “armonía” usada en la exhortación del apóstol Pablo.

El diccionario contiene varias acepciones como: “Amistad y buena correspondencia” en lo referido a las relaciones humanas. Pero en primer lugar está la que concierne al lenguaje de la música: “Unión y combinación de sonidos simultáneos y diferentes”. Y encuentro que esta última definición es de gran ayuda para comprender la exhortación de Pablo.

En primer lugar y por sobre todas las cosas, debemos tener presente la primera parte del verso 9, donde Pablo dice que su exhortación es en el “nombre de nuestro Señor Jesucristo”. En eso radica la autoridad del apóstol: habla no por su cuenta sino en el nombre de Cristo, y en su nombre hace el llamado a ponerse de acuerdo entre quienes tenían opiniones doctrinales diversas. El enérgico llamado es “a vivir en armonía.” Y aquí es donde el vocabulario musical nos provee cosas muy significativas del que extraemos otra palabra que en relación a la vida comunitaria tiene una extraordinaria riqueza.

Es el vocablo “polifonía” que significa: “Conjunto de sonidos simultáneos en que cada uno expresa su idea, pero formando con los demás un todo armónico”. La comunidad cristiana es “polifónica” porque Cristo llama a que todos los miembros, sin excepción, tengan voz y que cada uno comparta sus ideas, frutos de la vivencia de fe en respuesta al llamado del Señor.

Y se completa con la afirmación: “formando con los demás un todo armónico”. En las palabras de Pablo: “pensando y sintiendo de la misma manera”. A eso es llamada la comunidad cristiana: vivir en armonía teniendo cada una, cada uno, la oportunidad y la responsabilidad de participar activamente.

Delmo Rostán

Salmo 27,1.4.13-14; Isaías 9,1-4; 1 Corintios 1,10-17; Mateo 4,12-23; Agenda Evangélica: Juan 4,46–54

Back To Top