Anunciando el evangelio…
La iglesia anuncia la buena noticia del Cristo viviente, de acuerdo al redescubrimiento que de él hizo la reforma protestante del siglo XVI.
Promoviendo la vida…
La convicción de que la vida es un don inigualable de Dios y de que el ser humano, creado a imagen suya, tiene una dignidad inviolable, ha llevado a la iglesia a una decidida defensa y promoción de los derechos humanos. La iglesia entiende que la preservación de la naturaleza y del medio ambiente es una responsabilidad que Dios, el creador, ha encomendado a los seres humanos.
Celebrando la esperanza…
En medio de un mundo agobiado, la celebración abre el horizonte hacia la realidad del reino de Dios. Este reino está entre todos y todas, como una semilla sembrada, mientras se espera su perfecta y definitiva instauración en la futura venida de Cristo.